
El peso de las expectativas.-
Ver VHS Viral (2014) es como abrir una cinta VHS encontrada en un mercadillo: no sabes si te espera una joya oculta o un desastre incoherente. Llegué a esta entrega de *V/H/S* con una mezcla de entusiasmo y cautela. Las críticas ya advertían: esta película era diferente, y no necesariamente para mejor. Pero, ¿qué se siente al verla? ¿Logra transmitir algo más allá de su estética glitch y su narrativa fragmentada?
Mi experiencia fue un torbellino de emociones contradictorias: frustración, sorpresa, aburrimiento y, en contados momentos, interés. VHS Viral no es solo una película de terror; es un experimento fallido en algunos aspectos, pero intrigante en otros. Y aunque técnicamente deja mucho que desear, su mensaje sobre la obsesión viral y la pérdida de humanidad en la era digital resonó en mí de una manera inesperada.

El caos como narrativa: ¿Estilo o excusa?
Desde el primer momento, VHS Viral se desmarca de sus predecesoras. Mientras las dos primeras entregas se centraban en el terror íntimo y lo sobrenatural oculto en cintas VHS, aquí el mal se expande como un virus, literal y metafóricamente. La película abandona la cámara en primera persona para mezclar grabaciones de teléfonos, cámaras de seguridad y televisión, creando una atmósfera caótica que, en lugar de sumergirme, me mantuvo a distancia.
El segmento inicial, Vicious Circles, es un reflejo de este desorden: una persecución sin sentido, repetitiva y visualmente agotadora. No genera tensión, solo confusión. Sin embargo, detrás de su aparente sinsentido, hay una crítica mordaz a nuestra sociedad obsesionada con grabar y compartir sin vivir. Me hizo preguntarme: ¿es esto un error de narrativa o una metáfora intencional?

Momentos de brillo en un mar de mediocridad.-
No todo en VHS Viral es frustrante. El segmento Parallel Monsters, dirigido por Nacho Vigalondo, es un destello de genialidad en medio del caos. La premisa —un científico que descubre un mundo paralelo donde las versiones alternativas de los humanos tienen genitales monstruosos— es tan absurda como fascinante. Aquí, el terror se mezcla con el humor negro y la ciencia ficción cruda, recordándome por qué amo el cine de Vigalondo: es impredecible, perturbador y, sobre todo, memorable.
Este segmento logró algo que el resto de la película no consiguió: me hizo sentir incomodidad real. No por sustos baratos, sino por la idea de que, en otro universo, algo tan cotidiano como el cuerpo humano podría ser una pesadilla. Fue el único momento en el que VHS Viral me hizo contener un poco la respiración.
El último segmento, Bonestorm, también tiene sus méritos. Aunque su trama de skaters enfrentándose a un culto satánico en Tijuana es ridícula y excesiva, la energía frenética y el gore desenfrenado fueron algo divertidos. No da miedo, pero es una locura visual que, en su desesperación por entretener, casi lo logra.
La gran decepción: Cuando el terror no asusta.-
El mayor problema de VHS Viral es que no da miedo. Las dos primeras entregas, especialmente *V/H/S 2*, conseguían incomodar con sus historias de posesiones demoníacas, sectas y zombis. Aquí, el terror se diluye en fantasía grotesca y metáforas sociales que, aunque interesantes, no cumplen con la premisa principal de la saga: asustar.
El segmento Dante the Great, sobre un mago que encuentra una capa maldita, es el mejor ejemplo de esto. Tiene un concepto prometedor —el precio de la fama y la obsesión— pero su ejecución es plana. Los efectos prácticos son buenos, pero la historia no genera tensión ni clímax. Termina siendo un cuento moral sin impacto.
Y luego está la narrativa que une los segmentos: una furgoneta asesina recorriendo Los Ángeles mientras todo se transmite en vivo. Es una idea con potencial, pero se siente inconexa y poco desarrollada. En lugar de unir las historias, las separa aún más.

Conclusión: ¿Vale la pena verla?
VHS Viral es una película difícil de recomendar. Si buscas terror puro, te decepcionará. Si esperas la calidad de las primeras entregas, te sentirás traicionado. Pero si estás dispuesto a aceptarla como un experimento fallido con destellos de brillantez, quizá encuentres algo de valor en ella.
A mí me dejó con una sensación agridulce. Por un lado, me frustró su falta de cohesión y su incapacidad para asustar. Por otro, me hizo reflexionar sobre cómo consumimos el horror hoy en día: rápido, viral y sin sustancia. En ese sentido, quizá VHS Viral sea un poco más inteligente de lo que parece.
No es la peor película que he visto, pero sí la más decepcionante de la saga. Aún así, si eres fan del terror experimental, dale una oportunidad… solo no esperes mucho.
¿Y tú? ¿Has visto VHS Viral? ¿Te provocó algo más que indiferencia? ¡Déjame tu opinión en los comentarios!
Valoración #JaviFlim: 3,0
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