Estamos ante una película de culto de los años 80, en la que vamos a encontrar teorías de la conspiración, corrupción política, atentados, encubrimientos, tecnologías cinematográficas y mucha, mucha inspiración que, con más de 40 años, deleita como si fuera nueva.
Jack Terry (John Travolta) es un técnico de sonido de cine de terror de serie B. El sonidista está una noche buscando y grabando efectos sonoros en un parque cuando, de repente, un coche pierde el control y cae al río. Jack salta para salvar a sus ocupantes, pero solo consigue rescatar a una chica, Sally Bedina (Nancy Allen) a la que lleva al hospital donde se entera que el otro ocupante del coche era el candidato a Presidente de la nación. Entonces Jack recuerda haber escuchado una explosión o disparo durante el "accidente". Es en ese momento en que sospecha que todo es una conspiración, un asesinato.