El Protector (The Equalizer)

"Los dos días más importantes de tu vida son: el día en que naciste y el día que descubriste por qué".

Mark Twain.

Con esta frase en pantalla comienza este film de acción, lo que nos hace suponer la clase de personalidad que tiene su protagonista.

Hace poco tuve una presentación en la que comencé diciendo que solo hay dos tipos de personas en el mundo: las que practican el servicio a uno mismo y las que se ofrecen a los demás. De la segunda pasta está hecho el protagonista de El Protector, una persona aparentemente normal, sencillo trabajador en una empresa de suministros para el hogar y ferretería, meticuloso, generoso y predispuesto a ayudar a quienes lo necesitan. 

Un ángel de la guarda con forma de Denzel Washington (y es que no hay una mala de este hombre), que ampara y educa a los pobres diablos que tiene alrededor, pero que resulta ser un súper agente especial que deja como una nenaza al mismísimo Rambo. Eso de coserse las heridas uno mismo es de cobardes,  este tío se las cierra con un pomo al rojo vivo o miel hirviendo.

"A veces escogemos un mal camino para llegar a un buen destino". Y es que hay que estar muy preparado para ayudar a los demás porque, algunas veces, no sabes donde te puedes meter.

Una películas de buenos y malos bien argumentada, bien hecha y bien producida y es que Denzel Washington no sabe hacerlo mal. El personaje queda bien descrito. Se nos muestra como un buen samaritano que disfruta ayudando, que tiene problemas de insomnio y pasa parte de las noches con su libro y una taza de té en el bar de la esquina y no necesita nada más para mantener al monstruo dormido que vive en su interior.

Precisamente por mostrarnos la personalidad del protagonista, Bob McCall, podemos entender de donde viene y conoceremos al demonio que tiene adormilado en su interior y que, por circunstancias casuales debe despertar para impartir justicia y venganza.

Los protagonistas están bien elegidos. Probablemente sin Washington esta película hubiese pasado sin pena ni gloria, pero el carisma y personalidad de este señor enriquece cualquier producción. El malo, encarnado por Marton Csokas, también aporta mucho. El personaje transmite muchísimo sin abrir la boca.

En definitiva, El Protector es una película de acción clásica de justicieros, con una trama previsible, aunque he de decir que hay algunas escenas de acción que están muy bien coreografiadas. Una película que te atrapa por la profundidad del protagonista y su trasfondo filosófico, desde el principio, un poco larga y con un final que te deja algo frío, pero que ha creado un personaje que tendrá secuela o, tal vez, una saga. Acción y buen rollo en un par de horas muy entretenidas.

Valoración #JaviFlim: 6,0

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