El Rey Tuerto

Nos encontramos, desde hace ya demasiado tiempo, sumidos en una crisis económica de la que no salimos, por mucho que traten de convencernos de que sí. Negocios que cierran, locales vacíos, pisos en venta y alquiler mires donde mires a los balcones de cualquier calle... En fin, que el sistema se está derrumbando y nadie, de los que de verdad pueden hacer algo, hace nada para que esto cambie. La clase media ha desaparecido, las diferencias entre ricos y pobres no han sido nunca tan pronunciadas y seguimos apoyando un sistema que ya no funciona.

No es mi intención hacer aquí una manifestación de una situación que a todos nos concierne, pero, porqué no simplemente comentar que todo tiene que ver. Que la política, la mala gestión política, ha conseguido que España, que era uno de los mejores sitios del mundo para vivir, se haya convertido en menos de diez años, en uno de los peores, donde todo el que puede se escapa, donde los investigadores investigan en universidades extranjeras, donde nuestra industria está en manos de corporaciones extranjeras, donde, a fin de cuentas, nos han quitado lo que tanto nos había costado conseguir, para ponernos a los pies de un sistema financiero que solo sirve para que vivan los poderosos, mientras los demás cerramos el grifo, apagamos las luces y nos apretamos el cinturón más y más, para sobrevivir o poco más.

En estas últimas semanas he estado viendo algunas películas relacionadas con la crisis que comentaré, que no me da tiempo a contarlo todo, y he visto "El Rey Tuerto" como algo que refleja lo que acabo de comentar. Una película que muestra las dos caras de la situación actual: los que se conforman con lo que les dejan y los que no saben cómo protestar contra el sistema. Una película que critica, con cierto humos, las migajas que nos han dejado.

Dos amigas que, a través de las redes sociales, se ponen en contacto después de varios años sin saber la una de la otra y deciden organizar una cena para reencontrarse y presentarse a sus respectivos novios, sin saber que ellos ya tienen asuntos pendientes. Ha pasado el tiempo y cada una de las chicas ha dirigido su vida según la vida ha transcurrido y ahora ya no son tan iguales como antes. Sus novios, uno policía antidisturbios y el otro, un documentalista social que perdió un ojo por culpa de una pelota de goma que le golpeó en una manifestación.

Dos parejas y dos puntos de vista diametralmente opuestos de la misma situación. Por un lado el policía: "si es que los españoles hemos vivido por encima de nuestras posibilidades". Por el otro el documentalista: "hay que salir a protestar, hacer manifiestos, captar seguidores...". Todo ello "amenizado" por los discursos que un político cuenta en la televisión.

La película es distinta, es verdad. Una comedia negra sobre una situación que no tiene ninguna gracia. Los personajes están, como es habitual en el cine español, aunque en esta ocasión tiene sus disculpas, sobreactuados y exagerados aunque las actuaciones de los dos protagonistas masculinos, sobre todo la de Alain Hernández, son excelentes, apoyados por una buena dirección de fotografía (Xavi Giménez), que dota de una intimidad muy casera (en el sentido de doméstica) a cada una de las escenas.

La película, ópera prima de Marc Crehuet, tiene un formato teatral donde, casi todo, ocurre en una habitación. Tanto es así que está basada en la obra de teatro del mismo nombre, director y reparto y que me hubiese gustado más ver en el teatro que en el cine, por aquello del contacto personal con los actores. Lo más paradójico es que, a pesar de que la obra de teatro tiene unos cuantos años, estando más cerca en fechas del comienzo de la crisis, siga siendo válida y actual en 2016, lo que confirma lo que he dicho al principio de la reseña.

En definitiva, una comedia negra sobre una situación que lleva castigándonos demasiado tiempo, recomendable tanto por su formato como por su duración, que critica hasta cierto punto al sistema, sin hacer el daño que podría y que te hace reflexionar sobre lo que España es en 2016 desde varias perspectivas diferentes y complementarias, aunque la mayoría no se percate de este punto. Nadie tiene razón y nadie no la tiene.

Valoración #JaviFlim: 6,0

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