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miércoles, 6 de octubre de 2021

El Juego del Calamar: Los juegos infantiles revelan nuestra civilización enferma

El Juego del Calamar

Cuando la inocencia se convierte en pesadilla.-


Impresionante. No hay otra palabra que defina mejor lo que acabas de presenciar cuando terminas el último episodio de esta serie coreana que está arrasando en Netflix. Nueve episodios que se clavan en tu mente como agujas y no te sueltan durante días.

"El Juego del Calamar" es mucho más que entretenimiento: es un espejo oscuro que nos muestra quiénes somos realmente cuando nos quitan las máscaras de la civilización.

La premisa: desesperación como moneda de cambio.-


Cientos de personas ahogadas en deudas imposibles. Vidas destrozadas por un sistema que los ha exprimido hasta la última gota. Entonces llega una invitación: participar en juegos infantiles por una cantidad obscena de dinero. Suena sencillo, ¿verdad? Juegos de niños.

El primer reto es "Luz Verde, Luz Roja", que aquí conocemos como El Escondite Inglés. Los participantes sonríen pensando que será pan comido. Hasta que descubren las consecuencias de perder. Y ahí empieza el verdadero juego.

Cuando vi los primeros minutos, no pude evitar pensar en aquel programa de los 90, "Humor Amarillo", pero llevado a su conclusión lógica más terrorífica. ¿Qué pasaría si aquellas pruebas ridículas tuvieran consecuencias letales? La respuesta está en esta serie.

El Juego del Calamar
Un ejército de enmascarados controlan a los participantes.

El laboratorio humano: quiénes somos bajo presión.-


Lo que hace brillar a "El Juego del Calamar" no es la violencia gráfica ni los juegos ingeniosos. Es su capacidad para adentrarse en la psiquis humana y mostrarla desnuda, sin filtros. Ves surgir la ternura más pura en medio del horror. Ves la compasión genuina. Pero también ves cómo el instinto de supervivencia desata la maldad más profunda que todos, absolutamente todos, llevamos dentro.

La serie te obliga a plantearte preguntas incómodas: ¿qué harías tú en esa situación? ¿Hasta dónde llegarías por salvar tu vida o la de los tuyos? ¿En qué momento dejarías de ser humano?

Simbolismo que grita verdades.-


Cada detalle está calculado. Los uniformes de los guardianes enmascarados no son casuales. La estética limpia y colorida de los espacios contrasta brutalmente con la carnicería que albergan. Los números que identifican a los jugadores los despojan de su humanidad, convirtiéndolos en simple ganado.

Y al fondo de todo, un grupo de élite observando, apostando, divirtiéndose con el sufrimiento ajeno. ¿Te suena familiar? Debería. Porque eso es exactamente lo que vengo diciendo desde hace años: hemos creado y consentido una civilización que va en contra de nosotros mismos.

La serie te hace experimentar, aunque sea por unas horas, lo que se debe sentir siendo parte de esa élite que todo lo controla. Y también te muestra el otro lado: el de los que son controlados, manipulados, usados como entretenimiento desechable.


Primado negativo y premoniciones.-


Como sabes si me sigues habitualmente, llevo meses viendo y comentando películas y series que ilustran todo lo que estamos viviendo desde hace año y medio. Primado negativo. Programación predictiva. Normalización de lo que viene.

"El Juego del Calamar" encaja perfectamente en ese patrón. Te están mostrando una distopía que, si te paras a pensarlo fríamente, no está tan lejos de nuestra realidad. Sustituye los juegos infantiles por el trabajo precario, las deudas impagables, la lucha diaria por sobrevivir. Cambia a los guardianes enmascarados por algoritmos, cámaras y sistemas de control social. ¿Ves las similitudes?

La serie nos habla de cómo se manipula a las masas desesperadas mediante la ilusión de elección. "Es voluntario", dicen una y otra vez. Pero ¿qué elección tiene alguien que se está ahogando? Es la misma falsa libertad que nos venden cada día.

El Juego del Calamar
Los jugadores son reclutados mediante una invitación.

Aspectos técnicos que elevan la experiencia.-


Aunque en este blog no me centro en lo técnico, es imposible no mencionar el diseño de producción exquisito, la fotografía impecable, la banda sonora inquietante que te pone los pelos de punta en los momentos precisos, y unas interpretaciones muy solventes.

Destaco especialmente a Jung Ho-yeon, modelo fashion que debuta como actriz y lo borda. Hay expresividad, credibilidad, dolor real en cada rostro. Los actores te hacen creer que lo que estás viendo es posible, y eso lo hace aún más perturbador.

Jekyll o Hyde: la dualidad humana.-


Una de las mayores virtudes de la serie es cómo expone los sentimientos humanos sin edulcorarlos. No hay buenos puros ni malos absolutos. Hay personas complejas, contradictorias, capaces de lo mejor y lo peor según las circunstancias.

Dependiendo de quién seas en realidad, de qué valores te sostienen cuando todo se derrumba, dejarás salir a tu Dr. Jekyll o a tu Mr. Hyde interior. La serie te obliga a mirarte al espejo y preguntarte: ¿cuál de los dos soy yo?

Mi recomendación: no te enamores de ningún personaje. Por lo que pudiera pasar.

El Juego del Calamar

El final que no puedes ignorar.-


No voy a hacer spoilers del último episodio, pero sí te diré algo: muchos lo consideran innecesario, tal vez dejando la puerta abierta a una segunda temporada que nadie pedía. Sin embargo, ese final contiene varios mensajes cruciales que, en 2021, explican muchas cosas y te hacen reflexionar sobre otras.

Hay una frase en esos últimos minutos que resume todo: es mejor jugar que observar. Piensa en eso. ¿Prefieres ser el jugador o el espectador? ¿Prefieres participar en el juego aunque sea terrible, o limitarte a mirar desde la barrera? Porque, te guste o no, ya estás en el juego.

Veredicto final.-


Te la recomiendo sin reservas. Vas a encontrar terror psicológico bien ejecutado, algo de gore cuando es necesario, una disección brutal de cómo funciona el ser humano al límite, y mucha, muchísima reflexión sobre el mundo en que vivimos.

Está siendo un éxito apabullante. Según los datos, va camino de convertirse en lo más visto de Netflix en 2021. Solo tienes que ver la cantidad de contenido relacionado que inunda las redes sociales: disfraces, memes, teorías, debates. No te la pierdas, pero mírala con los ojos bien abiertos. Entiende lo que te están contando entre líneas.

Porque esta serie no es solo entretenimiento. Es una advertencia.

¿Y tú? ¿Has visto "El Juego del Calamar"? ¿Qué sentiste cuando terminó? ¿Crees que somos tan diferentes a esos jugadores desesperados? Cuéntame en los comentarios qué te hizo sentir la serie, qué personaje te marcó más, o si viste los mismos mensajes ocultos que yo. Me encantaría conocer tu perspectiva.


Valoración #JaviFlim: 8,0


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