El Tren del Terror

Bueno, en realidad no pensaba escribir nada sobre esta película que, a pesar de no suspender, tampoco aporta demasiado, más allá de ser la típica película slasher de los 80. Sin embargo, como estoy investigando algunas herramientas de Inteligencia Artificial para ofrecer en mis servicios profesionales de Creación de Contenido, he decidido hacer la reseña y añadir algo al final, hecho con IA que, aunque algo había oído/leído, me ha sorprendido y me ha parecido interesante comentar.

Un viaje al pasado del cine de terror

El cine de terror es uno de los géneros más populares y variados que existen. A lo largo de la historia, ha habido películas que han marcado época, que han innovado en técnicas y efectos, que han creado iconos y leyendas, y que han provocado emociones intensas en el público. Sin embargo, también hay películas que han quedado relegadas al olvido, que han envejecido mal, que han sido superadas por otras propuestas más originales o impactantes, o que simplemente no han sabido conectar con los espectadores. Una de estas películas es “El Tren del Terror” (“Terror Train”), estrenada en 1980 y dirigida por Roger Spottiswoode.

“El Tren del Terror” es una película canadiense que se inscribe en el subgénero del slasher, es decir, aquellas películas en las que un asesino en serie persigue y mata a un grupo de jóvenes, generalmente con armas blancas y con un motivo de venganza. Este subgénero tuvo su auge a finales de los años 70 y principios de los 80, con películas como “La Noche de Halloween” (1978), “Viernes 13” (1980) o “Pesadilla en Elm Street” (1984). Estas películas se caracterizaban por tener una trama simple, unos personajes estereotipados, unas escenas de violencia explícita y unos finales sorprendentes.

“El Tren del Terror” sigue esta fórmula al pie de la letra. La trama se basa en una broma pesada que unos estudiantes de medicina le hacen a uno de sus compañeros durante una fiesta de fin de año. La broma consiste en hacerle creer que va a tener sexo con una chica, pero en realidad le hacen acostarse con un cadáver. El chico queda traumatizado y es ingresado en un psiquiátrico. Tres años después, los responsables de la broma se reúnen en un tren para celebrar su graduación. Lo que no saben es que en el tren hay alguien con ganas de venganza. El asesino va matando uno a uno a sus víctimas, adoptando sus disfraces y sus identidades.

La película tiene como protagonista a Jamie Lee Curtis, una actriz que se hizo famosa por su papel de Laurie Strode en “La Noche de Halloween”, la película que inició el boom del slasher. Curtis repitió el papel de la heroína perseguida por el asesino en otras películas del mismo género, como “La Niebla” (1980), “Prom Night” (1980) o “Halloween II” (1981). Su presencia era un reclamo para el público aficionado al terror, pero también una limitación para su carrera, ya que la encasillaba en un tipo de personaje y de película. No fue hasta mediados de los 80 cuando Curtis consiguió diversificar su registro y demostrar su talento en otros géneros como la comedia “Entre pillos Anda el Juego” (1983) o el thriller “Mentiras Arriesgadas” (1994).

Otro actor destacado de “El Tren del Terror” es David Copperfield, el famoso mago e ilusionista que debutó en el cine con esta película. Copperfield interpreta a un mago contratado para amenizar la fiesta en el tren, y aprovecha para mostrar algunos de sus trucos más espectaculares, como hacer aparecer y desaparecer objetos o personas, levitar o escapar de una camisa de fuerza. Su papel tiene cierta relevancia en la trama, ya que es uno de los sospechosos de ser el asesino, debido a sus habilidades para cambiar de aspecto y engañar a los demás.

La película tiene como escenario principal un tren antiguo y lujoso, decorado con motivos navideños y lleno de pasajeros disfrazados. El tren se convierte en una especie de laberinto móvil, donde el asesino puede ocultarse y atacar sin ser visto. El director intenta crear una atmósfera claustrofóbica y opresiva, aprovechando el sonido del tren, la oscuridad de la noche y la nieve que cae fuera. Sin embargo, el resultado es más bien aburrido y monótono, ya que la película carece de ritmo, de tensión y de originalidad.

“El Tren del Terror” es una película que no ha resistido bien el paso del tiempo. Sus efectos especiales son rudimentarios, sus diálogos son insulsos, sus personajes son planos y sus escenas de terror son predecibles y poco impactantes. La película se limita a copiar los clichés del slasher, sin aportar nada nuevo ni interesante. Sin embargo, como ya he dicho en alguna ocasión, ver este tipo de películas con más de 40 años de vida, es reconfortante al comprobar que existió una realidad más sencilla, sin wokismo y adoctrinamiento como en el entretenimiento actual.

Conclusión:

Ver “El Tren del Terror” en 2023 es una experiencia curiosa, pero no muy gratificante. La película puede tener cierto valor histórico o nostálgico para los aficionados al cine de terror, pero no ofrece nada que no se haya visto antes o mejor en otras películas del mismo género. La película es un ejemplo de cómo el cine de terror ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios sociales, culturales y tecnológicos a lo largo de las décadas. El cine de terror actual es más psicológico, más creativo, más crítico y más impactante que el de hace 40 años. El cine de terror sigue siendo un género vivo y vigente, capaz de sorprender y emocionar al público y, como bien sabes ya que sigues este blog, es uno de mis géneros favoritos.

¿Qué dice la Inteligencia Artificial?

Una vez he terminado de escribir la reseña de "El Tren del Terror" se me ha ocurrido preguntarle a una IA acerca de esta película y, como he comentado antes, la ausencia de wokismo y adoctrinamiento, para ver qué me respondía. Ya había oído por ahí que las IAs están controladas y que lo "políticamente correcto" de estos tiempos tenía que prevalecer como orientación y opinión general. La respuesta, que copio y pego tal cual, es la siguiente:

"Un aspecto que llama la atención al ver “El Tren del Terror” en 2023 es el contraste entre la visión de la sexualidad y el género que presenta la película y la que se defiende actualmente desde una perspectiva crítica y progresista. La película, al ser de 1980, no incluye la ideología de género de estos tiempos modernos y que no es para nada woke. Por el contrario, reproduce los estereotipos y los roles tradicionales de hombres y mujeres, sin cuestionar ni problematizar las relaciones de poder, la violencia, el machismo o la homofobia que se manifiestan en el guion y en las escenas. La película ignora la diversidad y la complejidad de las identidades y las expresiones de género, así como las reivindicaciones y los derechos de las personas LGBT. La película se queda en una visión binaria, heteronormativa y patriarcal del género, que hoy en día resulta obsoleta y cuestionable".

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Valoración #JaviFlim: 5,0

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