Buscar en JaviFlim

lunes, 14 de septiembre de 2015

RoboCroc: Cuando los Nanobots y Cocodrilos Se Hacen BFF

RoboCroc (2013)

Queridos masoquistas cinematográficos, tengo que confesar algo: mi terapeuta me ha sugerido que busque ayuda especializada después de contarle que he visto RoboCroc... por voluntad propia. Y es que hay momentos en la vida donde uno necesita desconectar el cerebro completamente, y esta joya de SyFy es el equivalente cinematográfico a un martillo neurológico: efectivo, rápido y dolorosamente directo.

Un Experimento Militar que Sale Tan Mal que Da Risa.-


La premisa es tan absurda que casi resulta genial: el ejército diseña una súper arma con nanobots que, por razones que ni los propios guionistas entienden, deciden mandar al espacio. Porque sí, porque aparentemente el espacio es el lugar lógico para probar armas militares terrestres. El cohete explota (¡qué sorpresa!) y la "carga" cae directamente en un zoo, infectando a Stella, una cocodrilo de agua salada de seis metros y mil kilos que, poco a poco, se convierte en una indestructible máquina metálica de muerte.

Los nanobots convierten al cocodrilo en una versión robótica de sí mismo, porque aparentemente eso es lo que hacen los nanobots cuando se aburren un domingo por la tarde. La lógica científica aquí brilla por su ausencia, pero seamos honestos: si buscas lógica en una película que se llama "RoboCroc", quizás el problema seas tú.


Un Parque Acuático, Un Menú Humano y Cero Sentido Común.-


Para facilitar las cosas (y el presupuesto), el zoo tiene todas sus áreas conectadas por conductos de agua que, en un alarde de ahorro económico digno de la crisis del 2008, también están conectados con un parque acuático llamado "Adventure Cove". Porque nada dice "seguridad" como conectar directamente un zoo con cocodrilos gigantes a una zona de recreo familiar.

El cocodrilo robótico aterroriza tanto el zoo como el parque acuático adyacente, y por supuesto, hay mucho más "buffet humano" en el parque de atracciones que en cualquier otra parte. La criatura se convierte en el peor crítico gastronómico de la historia: todo le parece delicioso y todo termina en su estómago metálico.

Robocroc (2013)

Actuaciones que Dan Pena Ajena (Pero en el Buen Sentido).-


Corin Nemec, ese actor que parece tener un contrato vitalicio con SyFy para aparecer en todas sus aberraciones cinematográficas, interpreta al heroico cuidador del zoo. Nemec tiene mucho divertimento con su papel y evita convertirse demasiado en un clon de Steve Irwin, lo cual ya es todo un logro considerando las circunstancias.

Lisa McAllister y Florence Brudenell-Bruce aportan la belleza necesaria para que los espectadores masculinos no cambien de canal inmediatamente, mientras que Dee Wallace se divierte interpretando a una científica malvada que amenaza a coroneles hasta provocarles "cagalitrosis aguda" (sí, esa es una condición médica real).

Robocroc (2013)

Efectos Especiales: Cuando el CGI Era Joven... y Muy Torpe.-


Los efectos CGI son tan horriblemente animados que es difícil no sonreír o reírse del cocodrilo, pero curiosamente, una vez que se vuelve completamente robótico, no está tan mal. Es como si los animadores hubieran dicho: "Oye, ya que vamos a hacer el ridículo, al menos hagámoslo con estilo metálico".

La película incluso incluye la "visión robocroc", donde vemos las cosas a través de los ojos del cocodrilo cyborg, completa con displays estilo Terminator que detectan "comida" por todas partes. Es ridículo, es predecible, pero admitámoslo: es divertidamente estúpido.

RoboCroc (2013)

Una Obra Maestra del Mal Cine.-


¿Es RoboCroc una buena película? Rotundamente no. ¿Es entretenida? Pues sí, de esa manera morbosa en la que uno no puede apartar la vista de un accidente de tráfico. Es tan increíblemente mala que es casi buena, como dicen algunos críticos más benévolos que yo.

RoboCroc (2013)

La película sufre de todos los males habituales del cine de SyFy: diálogos que dan vergüenza ajena, una trama predecible hasta el absurdo, y una falta total de suspense. Pero también tiene algo que muchas producciones de mayor presupuesto no logran: la capacidad de hacerte reír sin pretenderlo.

Es el tipo de película perfecta para ver con amigos y hacer comentarios sarcásticos, o para esos domingos de resaca cuando tu cerebro no está preparado para procesar nada más complejo que un cocodrilo cyborg saltando a través de helicópteros.

Veredicto Final: Un Desastre Glorioso.-


RoboCroc no pretende ser Ciudadano Kane, y está bien. Es consciente de lo que es: una película de monstruos barata, absurda y gloriosamente estúpida que cumple exactamente lo que promete su título. Es entretenida de manera camp, cursi y de bajo presupuesto.

Si eres un purista cinematográfico, huye. Si, como este servidor, disfrutas del queso cinematográfico en grandes dosis, de los diálogos con dentera y de los efectos especiales que parecen hechos en Paint, entonces RoboCroc te va a arrancar más de una carcajada involuntaria.

Después de todo, ¿quién necesita coherencia narrativa cuando tienes un cocodrilo robótico que puede volar y masticar helicópteros? Exacto, nadie.

¿Has tenido la valentía (o la imprudencia) de enfrentarte a RoboCroc? ¿Conoces alguna otra perla del cine de SyFy que merezca una reseña despiadada? ¡Comparte tu experiencia traumática en los comentarios y hagamos juntos una lista de las películas tan malas que son buenas!


Valoración #JaviFlim: 2,0


¿Valoras mis reseñas? ¡Un café simbólico mantiene vivo este blog!

No hay comentarios:

Publicar un comentario