Los Pasajeros del Tiempo

De vez en cuando es muy interesante ver (o volver a ver) películas del pasado y disfrutar de la manera de hacer cine de unos cuantos años atrás. En este caso he querido ver Los Pasajeros del Tiempo de 1979, dirigida por un novato Nicholas Meyer (el mismo que luego dirigió las entregas II y IV de la saga Star Trek) y protagonizada por Malcolm McDowell, David Warner y Mary Steenburgen. El motivo de elegirla es que quería ver alguna buena película interpretada por McDowell y, la verdad, es que la he disfrutado además, en buena compañía.

Ver este tipo de películas es un arma de doble filo porque, por un lado, la hayas visto antes o no, hay que saber ponerse en la época en la que se hizo y vivirla con la tecnología y los medios disponibles entonces y, por otro, no esperar que te impacte, ni en lo bueno ni en lo malo, de igual manera que cuando la viste por primera vez. 

La película es una interpretación muy particular de la novela de Wells en la que el propio H.G. es el constructor de la máquina del tiempo y se ve obligado a usarla para perseguir a Jack El Destripador en el futuro.

La película aprovecha muy bien dos conceptos: El primero, la encorsetada sociedad de finales del XIX en Londres, donde la mujer estaba desconsiderada y la época de finales de los 70 en San Francisco, con la liberación de la mujer como bandera. Segundo, la utopía de un mundo futuro en paz, donde los hombres viven en armonía, pronosticada por Wells y la visión de Jack de un mundo más caótico y desordenado donde el crimen y la muerte son habituales.

La película está bien hecha, alternando entre el thriller, la ciencia ficción y el romance. Las interpretaciones ayudan a meterte en el film y, aunque es evidente que hay cosas que 35 o 36 años después han cambiado mucho, no por eso desmerece y se puede ver y disfrutar como si fuera fresca. Tiene detalles muy interesantes que hacen guiños a novelas antiguas y a posibles futuros. Por ejemplo hay una escena en la que H.G. y Amy (inocencia y atrevimiento, interpretada por una jovencísima y guapísima Mary Steenburgen) salen de un cine en el que se ve un cartel anunciando El Exorcista IV que, que yo sepa no existe y la III se estrenó en 1990.

En definitiva, una película que te hará pasar un buen rato. Ha sido buena idea buscar una de McDowell con buenas interpretaciones y mejores críticas para disfrutar después de la cena. Si no la has visto te gustará y si la has visto, la disfrutarás de nuevo.

Valoración #JaviFlim: 7,5

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