Hemos decidido ver esta película sin consultar casi nada. Por el "prota", el guaperas del marido de la Pataky y la acción, pero sobre todo, por el tema. Con ese pedazo de trailer que augura una trama de acción y espías en un mundo cibernético, informatizado e interconectado, donde los hackers acceden y roban los secretos de otros países y tratan de cambiar el estatus actual. ¡Qué buena pinta!
Pues no señores... Al principio, con uno de esos efectos en 3D que nos muestran cómo la información circula por los chips informáticos, adentrándonos a nivel molecular en las "tripas" de un ordenador, pensamos "¡qué chulo!". Pero a la cuarta ya olía bastante que la película no auguraba nada bueno.
Sigue avanzando la cosa y los personajes no transmitían nada. Todo vacío e inconexo, como con huecos rellenos de grabaciones insulsas. Empieza la acción y, si no tenemos en cuenta que el hacker protagonista es también un súper-machote que reparte mandobles como el mejor y que tiene una puntería digna del mejor SWAT de élite, la damos por buena. Las escenas están logradas, la fotografía muy conseguida y hay espectacularidad en los tiros y las explosiones.
Eso es todo. La película no tiene más. Un guion sin sentido y sin explicaciones. Una historia de amor entre medias forjada en cinco minutos y más profunda que Love Story, gangsters que no saben cachear y un montón de extras que no salen corriendo allá se llene todo de balas. Por cierto, la última frase, la que cierra el guion es "ponme betadine". Ya estábamos bastante flipaos después de casi dos horas y cuarto de mala película, pero aún así la frase nos hizo reír.
Lo mejor viene ahora. Siempre nos quedamos a ver los créditos y esta vez no me había fijado si ponía algo o no al principio (que seguro que sí) y entonces... dirigida por Michael Mann. El mismo que en Heat, Collateral o El Dilema, entre otras. ¡No me lo podía creer! Seguro que han puesto a su clon malvado y vago en las escenas sin acción (porque las de acción sí se corresponden con el trabajo de Mann).
En fin. No es para tirarla a la basura. Seguro que la acaban poniendo en la tele (de esas que empiezan a las 10 y terminan a las 2 de la mañana) y se dejará ver. Dos horas casi y cuarto para esto...
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