Siempre he sido muy crítico con Torrente. Pienso que estas películas sean de las más, sino las más taquilleras de España, no pone el listón muy alto; más bien las identifico como una exageración de parte de nuestra personalidad nacional (me pasa lo mismo con Almodóvar). Aunque he de reconocer que somos, en parte así, también creo que algo hemos crecido y hay una parte de la sociedad más culta y educada que antes y estos personajes tan histriónicos que nos muestran, son especímenes más bien raros de encontrar por ahí.
Lo que no se puede negar es que todas las entregas son casposas, gamberras, exageradas y muy divertidas. La escena de Cuco (Gabino Diego) sacando el coche del concesionario en Torrente 2, es para partirse de risa una y otra vez... es de mis favoritas.
Tampoco voy a extenderme más con las cuatro anteriores entregas, que ya se ha escrito mucho de ellas. La 5 (y estoy de acuerdo con Torrente que tiene muy mala rima) es otra cosa. Es diferente.
Y lo es porque dentro de la astracanada de siempre, con un grupo de impresentables de la menor categoría y calaña, incapacitados hasta para atarse los cordones de los zapatos y menos para seguir un plan "sin fisuras" para robar la caja fuerte del mejor casino de un Eurovegas aún en fase de construcción en 2018, existe una crítica social y moral de una España en decadencia, plagada de corrupción, fuera del Euro, con una Cataluña escindida, las pesetas de "toa" la vida, explotación infantil y otras lindezas marca "Amiguetes".
Sin embargo esta entrega tiene una dirección de producción de primera división, una dirección de fotografía de muy alto nivel, muy buenas localizaciones y efectos digitales dignos de cualquier super-producción a la que se añaden coches volando y chocando, que eso se nos da muy bien (tenemos unos especialistas en España que son de lo mejorcito del mundo).
Ana Simón y Santiago Segura |
Por otro lado, al dejar entrar más crítica en el guión, se produce una bajada en el nivel de humor, por lo que la puntuación general no puede ser tan alta como se podría imaginar. También hay que pensar que, tanto Torrente como los personajes creados a su alrededor, tienen un límite que es posible que ya se haya alcanzado. Pero, a fin de cuentas, la película está hecha para divertir y, sobre todo, para que un grupo de amiguetes se lo pasen de coña haciéndola. Ole los huevos de Alec Baldwin por meterse en un proyecto del que, seguro, no entendía nada. Chapó a la escena de inmersión con un Tony Leblanc joven escuchando y aconsejando a Torrente y chapó por dedicarle la película a él, a Tony Leblanc.
Valoración #JaviFlim: 4,5
Página oficial --> Torrente 5. Operación Eurovegas
Más info --> Filmaffinity
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Muchas gracias por tu tiempo para leerme. Hasta pronto.
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