Cincuenta Sombras de Grey

Amarillo, amarillo, amarillo... y eso en los primeros diez minutos. Rojo, rojo, rojo... el resto del tiempo.

¡Qué horror! ¡Qué película más mala! Ha habido un rato en el que he pensado que si hubiesen adaptado una de aquellas novelas picantonas de bolsillo de los años 30 les habría salido mejor. No tengo ni idea de cómo es la novela, pero he visto la película, que es un castigo en sí mismo.

No me voy a enrollar casi nada porque esto es un producto de puro marketing, hecho exclusivamente para ganar dinero. Que haya previstas secuelas me pone los pelos de punta, pero es lo que tiene el hacer buena propaganda y captar a millones de fans desde una publicidad dirigida y manipuladora.

Todo en esta película es artificial y para ver unas tetas y unos culos, ya sean de Dakota Johnson o de Jamie Dornan, no merece la pena pagar ningún dinero (y encima el culo de Dakota es de otra... que tuvieron que contratar un doble de cuerpo porque el culo de la hija de Don Johnson y Melanie Griffith no se fustiga así como así).

En MoonMagazine tienes un artículo estupendo de Lola Delgado, en el que te cuenta todos los entresijos de la película desde su estupendo punto de vista, relacionado con el vestuario, el glamour y el lujo que ves en este film. Clic aquí para verlo.

En fin que no te puedo decir que no la veas después de haberla visto yo por el mismo motivo que te provoca hacerlo a ti. Si no la has visto lo harás por el morbo que despierta pero es mi obligación decirte que es muy mala. Quedas advertido. Yo me voy a ver la segunda parte de Nimphomaniac (la primera ya la he visto) que sí aporta algo y que comentaré en cualquier momento.

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